Este centro de los Hermanos de San Juan de Dios, que acoge en estos momentos a más de 100 personas sin hogar, da alojamiento estable y comida a personas que se encuentran en la calle. Generalmente presentan una situación de desarraigo social muy marcada, con motivo de la grave problemática personal que arrastran (pérdida de empleo, familiar o de hogar, o situación de calle prolongada). En la mayoría de los casos han roto toda relación con familiares y amigos, careciendo de redes de apoyo afectivas. Además, debido a su situación personal y sanitaria resulta muy dificultosa su inserción laboral, produciéndose en su mayoría situaciones de exclusión severa.
Objetivos
El perfil de los residentes es el de un varón mayor de 40 años, con marcado desarraigo socio familiar, que sufre una prolongada situación de calle, gran deterioro y vulnerabilidad y escasez o carencia absoluta de recursos. La gran mayoría de estas personas padecen adicciones, que no hacen sino complicar aún más sus carencias y agravar y deteriorar de forma muy severa su estado sanitario. La misión del centro es la prestación de una atención integral, con el fin de mejorar su calidad de vida, paliar la situación de marginación que sufren y favorecer la rehabilitación de los problemas psicofísicos que puedan presentar. Para ello, se imparten distintos talleres entre los que destacan los de Rehabilitación Física, Manipulados, Manualidades y Creatividad, Informática, Teatro, Audiovisual y Huerto.
Hermanos de San Juan de Dios
El 15 de diciembre de 1981 abrió las puertas el Centro de Acogida Santa María de la Paz en un edificio vacío cedido por las Religiosas del Sagrado Corazón en Pío XII. Fue en 1986 cuando se trasladó al barrio de Sanchinarro, donde está en la actualidad. Los Hermanos de San Juan de Dios son una institución religiosa de confesionalidad católica y sin ánimo de lucro que promueve la ayuda a necesitados y enfermos, en los ámbitos social y sanitario, a través de la hospitalidad fomentando una asistencia integral y humanizada guiada por sus valores: calidad, respeto, responsabilidad y espiritualidad. Están presentes en 51 países, con más de 300 centros, 1.250 hermanos, más de 40.000 trabajadores, 33.000 plazas sanitarias y sociales y más de 20 millones de beneficiarios. Asimismo, contribuyen a generar un desarrollo social más justo porque intervienen, a través de diversos programas socio-sanitarios, en aquellos colectivos que precisan ayuda. Con la participación de trabajadores y voluntarios hacen llegar sus programas de atención integral a todas las partes del mundo y forman una de las mayores organizaciones internacionales de cooperación sin ánimo de lucro del mundo.
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