La Comunidad de Madrid colabora con las bodegas de la región para exportar sus productos, poniendo a su disposición la Ventanilla Única de Internacionalización (VUI), un recurso del Ejecutivo autonómico para asesorar y acompañar a las empresas que quieren acceder a mercados extranjeros. Así lo ha destacado el consejero de Economía, Hacienda y Empleo, Javier FernándezLasquetty, en su visita a las instalaciones de Licinia Wines en Morata de Tajuña.
Los Datos
Allí, ha señalado que las ventas de los caldos de la Denominación de Origen – D.O. Vinos de Madrid– se han incrementado un 24% en 2021, alcanzando los 4,5 millones de euros, el mejor dato de los últimos 15 años. Este aumento se debe tanto al apoyo que los productores reciben de cadenas de alimentación, como a las ventas al exterior. Además, se ha consolidado en otros países de la Unión Europea, Estados Unidos y China, a los que exporta alrededor de 5.000 hectolitros, el 30% de su producción.
Un reconocimiento que tiene ya 32 años
Fernández-Lasquetty ha recordado que esta Denominación obtuvo su reconocimiento hace ya 32 años y, en la actualidad, está formada por 50 bodegas y cuenta con casi 9.000 hectáreas de viñedo repartidas por 70 municipios. La firma morateña visitada se encuentra en la subzona vitivinícola de Arganda del Rey, es de carácter familiar y elabora esta bebida desde hace casi dos décadas.
Un Sector en auge en la Comunidad de Madrid
Fernández-Lasquetty ha puesto en valor el sector vitivinícola “que está en auge en la región”, donde “cada vez más países consumen nuestros vinos y las bodegas se están convirtiendo en un polo de atracción turística”. Enfocado a este mercado, en 2015 se creó la marca Madrid Enoturismo, con el fin de promover las visitas a los entornos rurales en los que se produce. Desde ahí se promociona la Ruta del Vino de Madrid, certificada por la Asociación Española de Ciudades del Vino en 2020 e incluida en su catálogo de Rutas del Vino de España. Esta iniciativa ya cuenta con 24 itinerarios y ha recibido 21.000 visitantes en el último año –tanto nacionales como foráneos– frente a los 11.000 de 2017.