ALCOBENDAS

Un Grupo de alumnos de APAMA culmina con éxito, un año más, el Camino de Santiago

Viernes 05 de junio de 2015

Un grupo de alumnos de la asociación de padres de alumnos con diferentes capacidades, APAMA, junto con sus monitores y acompañados de Protección Civil y Policía Local de Alcobendas realizaron, un año más, el Camino hacia Santiago de Compostela para hacer, por tercer año consecutivo, el camino que les llevó a ganar el jubileo. Pero no sólo eso, el objetivo de esta actividad es “compartir una experiencia de ilusión, superación y esfuerzo compensado por todas las vivencias que se aportan al grupo de adultos con discapacidad intelectual”, según se nos cuenta desde APAMA, los organizadores.
Pero no sólo eso, este tipo de experiencia tiene otros objetivos como que los alumnos aprendan a disponer de una mayor autonomía y seguridad en su desplazamiento vial o que compartan las experiencias comentando cada etapa y realizando apuntes en el cuaderno de viaje de cada peregrino.
El Camino para la expedición de APAMA comenzó en la sede de la Asociación, acompañados por la Concejala, en funciones, de Bienestar Social del Ayuntamiento de Alcobendas, Mónica Sánchez, que un año más ha prestado todo el apoyo necesario para la realización del viaje, y se realizó en cinco etapas hasta llegar a Santiago de Compostela.
José Manuel Fernández Sánchez, uno de los monitores de la asociación, se encargó de llevar a cabo un Diario del Camino, que da buena idea de lo vivido por los valientes de Apama y que nosotros estamos encantados de transcribir literalmente, a continuación, para todos. Gracias, José Manuel.
Enhorabuena a todos los valientes de Apama que un año más, y van tres, han superado con éxito el reto de la realización del Camino de Santiago.

DIARIO DEL CAMINO DE APAMA 2015

Día 1: Volver de nuevo a empezar el camino...

De vuelta a Galicia. A las ocho de la mañana tras día electoral partimos de Alcobendas. Tres furgos y un coche de Protección Civil, en caravana, enfilamos la A-6 en dirección noroeste. En la Autovía de las Rias Baixas hemos parado a comer en el Mesón de Erosa, menudo churrasco...Por la tarde hemos visitado Orense. Hemos paseado por el casco histórico, entrado en la catedral románica y hemos puesto nuestros primeros sellos en las credenciales. De vuelta a las furgonetas hemos hecho el último trayecto de la jornada y hemos llegado al albergue. Volver a sentir los recuerdos de hace un año, y parece que fue ayer...
Descargar las cosas, distribuir camas, colocar maletas, repartir toallas, las llaves de las taquillas...y nos juntamos para enseñar a los nuevos las instalaciones. Obsequiamos con una placa de agradecimiento a los responsables del albergue...nos tratan tan bien...Nuestra primera cena en El Periquillo, al final terminamos todos cantando. De vuelta al albergue, cepillado de dientes y cantamos cumpleaños feliz a la jefa, que es su cumple y lo celebra con nosotros.
Mañana empieza lo bueno.
Lo menos bueno de hoy: el madrugón para salir temprano.
Lo bueno: el buen tiempo, Orense, el trayecto hasta aquí, el grupo que hemos venido..
Lo mejor: volver al camino...

Día 2: Tamallanco - Cea

Hace buen tiempo. Antes de las 7h de la mañana ya se ha levantado la mitad del grupo, se ha levantado el sol y no le ha dado tiempo a la gaita-alarma a sonar...hay ganas de empezar el Camino.
Después de desayunar hemos montado en las furgonetas y encaminado a la salida de la etapa del día: Tamallanco. Hemos hecho un calentamiento, explicado los símbolos del camino y hemos empezado a andar.
Caminos de tierra, de asfalto o de barro, subidas y bajadas, entre viñedos o árboles tan frondosos que no dejan ver el cielo...vamos avanzando, pasando por pueblos, carreteras, hórreos, riachuelos o puentes romanos...Así hasta llegar a Cea para completar la etapa. Y allí disfrutar de su torre con reloj, de visitar sus hornos de pan tradicional y además de degustarlo y saborearlo, pan artesano que sabe a pan...A las tres de la madrugada nos contaba la panadera que se levantaba para empezarlo a preparar. Y nos entró hambre y fuimos a comer a Casa Testa, un restaurante en un lugar muy chulo, junto al río con ocas sueltas y muy buen trato. ¡Qué rico todo! Qué buenos los dulces de postre de chocolate. Tuvimos una sobremesa tranquila y de descanso muy agradable y recuperadora. De vuelta al albergue, duchas y un peregrino japonés nos hizo una exhibición del arte del origami...además de la grulla y una caja de papel, ¡qué flor más chula nos hizo en un momento!
La cena en el albergue, el reparto por parte de los nuevos de las pulseras del camino y a la cama que al día siguiente nos espera una nueva etapa.
Lo menos bueno: los tropezones por andar mirando el móvil, y que ponen tanta comida en los restaurantes de aquí que da pena no poder comérselo todo.
Lo bueno: los primeros pasos, la comida, las sobremesas, los paisajes y los trayectos en furgoneta y las conversaciones sobre la vida...en eso consiste también el camino...
Lo mejor: compartir un palo de bastón entre dos para apoyar al que empieza en esta aventura...

Día 3: Oseira - Dozón

Hoy ha costado más levantarse, a las 7h de la mañana ha sonado el gaitero y poco a poco, hasta el más remolón, se ha puesto en pie. Aseo, vaselina en los pies, crema solar y preparar la mochila con la gorra y la botella de agua. Después desayuno para coger fuerzas y a las furgonetas. Nuestra primera parada de hoy: Oseira. Y lo primero que hemos hecho es visitar el Monasterio de Santa María la Real de Oseira, en la provincia de Orense, el segundo monasterio más grande de España, ocho siglos, de la orden cisterciense. Nos han hecho una visita guiada por las diferentes dependencias, claustros, sala capitular, iglesia, botica y tienda para comprar recuerdos. Se habían quedado los chicos con las ganas de ver a los pocos monjes enclaustrados que permanecen en el monasterio y ya cuando salimos vieron a algunos de ellos en el jardín. Por fuera el monasterio es también espectacular.
Y ya empezamos a caminar. ¡Y vaya etapa! La senda que marcaba la flecha amarilla no hacía más que ascender y ascender. De una altitud de 650 metros, a la que estaba el monasterio, hasta los 820 metros al final de tanta subida. Eso sí una vista preciosa y también que afán de superación de todos los componentes del grupo. Después hemos descendido, bien bordeando carreteras o caminando a lo Frank de la Jungla entre la maleza. Ya en Carballedina hemos hecho un alto en el camino de hoy. Hemos comido en un restaurante llamado Parrillaa Alonso, donde no paraban de sacar y sacar comida. Después, como colofón y premio del día, con las furgonetas nos hemos dirigido a Noya...¡A la playa! En la Playa de Testal de Noia hemos pasado un buen rato descansando unos y probando el agua de la ría en los pies otros. Hemos paseado, sentido el océano muy cerquita y haciendo fotos de este sitio tan chulo.
De vuelta al albergue: las duchas, la cena y a la cama que al día siguente nos espera una nueva etapa.
Lo menos bueno: los sudores al subir las cuestas y los líos de parejas...
Lo bueno: el camino, la comida y la playa.
Lo mejor: comprobar en vivo y compartir el espíritu de superación de alcanzar metas, por muy empinadas que estén...

Día 4: Dornela - Puenteulla (Pontevedra). Visita a Monte Gozo.

El sol nos visita durante estos días, como un peregrino más, ha decidido que este año nos acompaña en nuestro camino. La rutina matutina de levantarse, prepararse y desayunar va saliendo cada vez mejor. Hoy nos toca cruzar las tierras pontevedresas. Antes de empezar el camino, nuestra caravana alcobendense hace un alto en el camino en un paisaje espectacular, fuimos a la preciosa cascada, la Fervenza do Toxa, donde el río se precipita desde una altura de 30 metros por una pared de roca. Nos costó llegar hacia ella, pero lo conseguimos, y pudimos admirarla desde unos miradores.
Ya en Dornela hemos comenzado a andar con nuestros bastones. Hoy el camino era más llano que el día anterior, aunque no han faltado subidas y bajadas. Hemos atravesado pistas forestales, bordeado carreteras y recorrido senderos...Y llenos cada uno de su vegetación, como eucaliptos altos como torres de iglesia, y construcciones humanas como hórreos o viaductos para el AVE...Y andando, cantando, parando a tomar agua, siguiendo andando, haciendo un avituallamiento (o dos), tirando fotos y andando más aún, hemos llegado, atravesando el último puente, al final de la etapa, en Puenteulla. Lo hemos celebrado tomando un refrigerio en este pueblo, para a continuación irnos al Periquillo para recuperar fuerzas con una buena comida. Hoy nos hemos podido echar una siesta, unos, y en la sala común, charlando otros. Por la tarde, con las furgos, hemos subido al Monte del Gozo, visitado la capilla y hecho la fotos de grupo junto al monumento de Juan Pablo II. Después en la bajada hemos entrado a ver las esculturas de piedra de un escultor que se llama José, y que tiene gran parte de su obra en el jardín de su casa, junto al camino. De vuelta al albergue, duchas, cenas y momento de esparcimiento (con alguno que otro disfrazado).
Y a descansar, que al día siguiente llegamos a la Catedral de Santiago.
Lo menos bueno: las crisis que, aunque pequeñas, no son buenas.
Lo bueno: todo lo andado, la sensación que si la etapa hubiera sido 5km más larga, todos habrían continuado con ánimo para llegar al destino.
Lo mejor: sentir que disfrutamos todos del Camino, sentir que no solo es caminar, no solo es completar etapas...es todo lo que envuelve, encierra, comparte, llena, se recibe y se da. Y no es magia...es el Camino de Santiago.

Día 5: Llegada a la Catedral de Santiago.

Hay días que aunque no estés presente, en el futuro permanecen dentro de tu corazón. Por la mañana tuvimos que hacer una reorganización de la sala donde en dos espacios están ubicadas dos filas de literas y taquillas y grandes ventanales en los laterales. Hoy se alojan con nosotros seis peregrinos con los que vamos a compartir nuestro último día, aquí en el Albergue de Peregrinos de San Lázaro de Santiago. Esta tarde llegamos a la catedral y aprovechamos bien la jornada.
Por la mañana realizamos una visita concertada y guiada por una fábrica de quesos. En Monterroso (Lugo) hemos visitado y comprobado, in situ, cómo realizan el queso redondo de pasta blanda, diqueixa, de leche de vacas que hemos visto, tocado y dado de comer. Había terneras muy pequeñas. Después con un gorro blanco cada uno, nos han explicado en vivo como se realiza el proceso de elaboración de este queso. Por último hemos hecho una cata, para saborear este queso. Después hemos comido en el albergue. Descanso, preparar las maletas, duchas y hemos empezado la última etapa, la que nos lleva al centro de Santiago de Compostela. Y andando hemos llegado a donde todo peregrino de este camino ansía alcanzar...la Plaza del Obradoiro y descubrir la fachada de esta espectacular catedral. Antes de la misa del peregrino hemos dedicado la tarde para comprar recuerdos, souvenir y regalos para las familias y nosotros, que también nos lo merecemos. Después dentro de una catedral llena de gente hemos escuchado la misa y visto volar el botafumeiro. Espectacular.
Como colofón hemos cenado en Casa Manolo. Allí hemos brindado por este nuevo camino completado, con nuevos peregrinos que se han incorporado junto a los ya, se pueden llamar así, veteranos pero todos con las mismas ilusiones y con esa alegría de alcanzar un reto y sentirse bien, y sentir que son capaces, y demostrárselo a todo el mundo, y demostrárselo, sobre todo, a ellos mismos.
Con eso nuestra aventura ya tiene sentido...¡ya podemos seguir caminando a por nuevos retos!

José Manuel Fernández Sanchez